Mirando hacia dentro

Experimentando con el silencio interior, reencontramos las raíces de nuestro ser y descubrimos las energías originales de la paz, el amor y la felicidad. No se trata de un descubrimiento solamente a nivel intelectual, ya que, de hecho, «sentimos» esas energías como una realidad personal, lo que nos confiere mucho poder.

En esta tranquila soledad nos alejamos de la extroversión, el clamor y el apresuramiento de la vida cotidiana y reposamos en un punto silencioso de la calma. En esta quietud siempre hay serenidad y alivio para nuestra carga de pensamientos, palabras y actos inútiles. Esta paz interior nos recarga las pilas y llena de carburante nuestro depósito espiritual. Solo mediante la introspección podemos conectarnos con esa parte original y eterna que tenemos dentro.

La verdadera introspección nos posiciona en la neutralidad. Nos alejamos de los conceptos inútiles y de las conclusiones erróneas sobre nosotros mismos y los demás. Permanecer en este estado neutral durante un tiempo nos ayuda a encontrar respuestas a algunas preguntas. Nos trae paz y desapego de la burocracia emocional, que define nuestras relaciones con nosotros y con el mundo que nos rodea. Libera la mente y le proporciona la claridad necesaria para eliminar las insignificancias y el apego habitual a los detalles innecesarios que bloquean nuestra percepción de todo aquello que nos rodea.

Extracto del libro:
La búsqueda del bienestar.
Utiliza tus ocho poderes
Ed. Brahma Kumaris
Anthony Strano

 

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