Una oportunidad para cambiar

Si nos paramos un momento a pensar en la última vez que nos enojamos con alguien..., tal vez nos cueste ver que somos nosotros quienes creamos la ira que sentimos. Aunque «parezca» que las acciones de la otra persona son las responsables de nuestro estado emocional, en realidad es nuestra «respuesta» a esa persona o situación. Ceda respuesta que creamos puede ser una elección consciente, pero olvidamos hacer esta elección; no tenemos por qué reaccionar con ira.

La ira significa que estamos funcionando con el piloto automático puesto y dejando que nuestra forma subconsciente de pensar y de ver las cosas configure nuestros pensamientos y acciones. La misma acción mental de crear ira se convierte en un hábito. La ira no es buena ni mala, sin embargo, es muy perjudicial para la salud. No es más que un signo de que nosotros, y no el objeto de nuestra ira, hemos cometido un error.

Tenemos que ser más conscientes de nosotros mismos y a medida que lo seamos veremos las cosas con más claridad y entonces las comprenderemos, y al comprenderlas descubriremos que tenemos muchas más opciones de las que creíamos. Y esta visión nos permitirá aprovechar la oportunidad para cambiar lo que nosotros mismos hemos creado.

Extracto del libro: 
Transformar la ira en calma interior. 
Claves para recuperar tu equilibrio emocional 
Ed. Oniro 
Mike George

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