Según cómo consideres el tiempo, serás amo o esclavo.
Con la perspectiva newtoniana te conviertes en esclavo del tiempo, ya que, hagamos lo que hagamos, “el tiempo no para”, sigue pasando ajeno a cualquier influencia externa y, entonces, sientes que debes apresurarte.
En cambio, si tomamos la visión del tiempo de Einstein, teoría de la relatividad, “el tiempo depende del movimiento” y, por lo tanto, eres el amo del tiempo.
Al observar, ves que los pensamientos, cuya velocidad gobiernan la rapidez con la que parece que pasa el tiempo, son el factor que puedes cambiar en tu interior para ser el amo.
Si desaceleras tus pensamientos, el tiempo parecerá expandirse. Si los aceleras, el tiempo se contrae. Se trata de dejar espacio entre cada pensamiento o incluso entre cada palabra. Entonces tomas conciencia, no sólo de los pensamientos, sino también de los espacios vacíos entre los pensamientos.
Es la conciencia de estos espacios vacíos, llenos de paz, la que te lleva directo al presente y te brinda la sensación de que hay espacio para maniobrar, que hay tiempo de sobra.
A través de la “ventana” de Einstein, puedes escapar de este mundo físico y volar hacia un espacio carente de tiempo, el mundo del alma, donde hay quietud constante, donde descubres la belleza de la eternidad.
Extractos del libro:
MEDITACIÓN PRÁCTICA
Yoga espiritual para la mente
Ed. KIER
B. K. Jayanti
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