Para crear un estado estable y constante a lo largo del día entero, es decir, libre de cualquier trastorno de pensamientos de desperdicio tales como: “¿Por qué éste hace o dice eso?” o bien “Esto no debería ser así, debería ser de esta forma”, necesitamos posicionarnos en una conciencia elevada a través del poder de los pensamientos puros. Hay tres conciencias elevadas que si las experimentamos en la primera meditación de la mañana, antes de empezar cualquier actividad, nos permitirán conseguir éxito a cada paso.
1) conectar con la conciencia del alma y liberar esta corriente de paz que nos eleva: “Soy un alma y mi naturaleza eterna es la paz”. Piensa: Soy un ser espiritual, un alma hermosa llena con el poder de la paz.
Visualiza tu ser espiritual como un punto de energía brillante irradiando paz y armonía desde tu interior. Puedes observar que internamente te sientes más fuerte, más vivo, más concentrado.
2) Ahora lleva tu atención hacia el Ser Supremo. Visualízale como una hermosa y resplandeciente estrella espiritual. Desde el mundo del silencio, Dios te está llamando hacia Su Hogar, tu Hogar. Permaneces frente a Dios como si estuvieras frente a las orillas del océano. Las olas de la paz de Dios alcanzan tu mente, llenándola, llenando tu ser completamente. Eres sustentado, nutrido y fortalecido por la paz de Dios.
Esta conciencia nos da una visión de igualdad: todos somos almas, hijos de un Padre Espiritual, aunque el traje del cuerpo sea diferente y peculiar para cada uno.
3) Cualquier cosa que suceda pon un punto y final en ese momento. Es importante saber extraer el beneficio de cada escena para nuestro progreso en la vida. Genera la conciencia elevada de que los problemas y los obstáculos que se nos presentan diariamente son nuestros mejores profesores. Si aprendemos a afrontarlos con valentía y determinación eso nos hará crecer y madurar internamente. Simplemente tenemos que seguir observando la obra (la vida) como un observador desapegado. El arte de ser un observador nos capacita a relacionarnos con la vida de una manera muy equilibrada.
Estas tres conciencias fácilmente terminarán la fuerza del flujo de los pensamientos de desperdicio y nos harán poderosos. Estarás tan pacífico que los eventos externos y las circunstancias que te rodean no perturbarán tu paz.
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