Sentirse en plenitud
Reflexiones para mejorar tu vida
Dadi Janki
ISBN: 978-84-923166-1-8
N. págs. 71
Formato: 148 x 105 mm
¿Es posible sentirnos en plenitud en el mundo actual? ¿Por qué perdemos nuestra capacidad de sentirnos en plenitud? ¿Y qué significa sentirnos en plenitud? En este pequeño libro Dadi Janki apela a sus décadas de estudio espiritual y experiencia práctica para responder a esta y otras preguntas. Nos enseña que sentirse en plenitud no consiste en pasárselo bien durante unas horas o en gastar dinero, sino que se trata de poner nuestra vida en orden y recordar quiénes somos en realidad. Esta guía revela las claves para sentirse en plenitud: el entusiasmo, el optimismo, la satisfacción y el respeto, y nos enseña cómo empezar a adquirirlas. En palabras de Dadi, se trata de armonizar nuestro mundo interno y de ser fieles a nuestro ser auténtico. Es el momento de empezar a sentirse en plenitud y este esperanzador libro nos muestra lo fácil que puede ser.
"Para sentirnos en plenitud debemos empezar por adentramos en nuestro ser para conocernos. Cuando nos adentramos en nuestro interior y vemos y aceptamos nuestro ser tal como es, empezamos a crear paz dentro de nosotros. El positivismo es el resultado natural de esta experiencia de paz."
EXTRACTO: “LA CLAVE DEL ENTUSIASMO”
El entusiasmo es la clave principal para sentirse en plenitud. Actúa como una doble inyección de energía: mantiene el yo muy positivo y alejado del influjo de la negatividad al tiempo que hace que los demás se sientan esperanzados. Es como si el entusiasmo abriera una ventana y «despegara» a los demás de una mentalidad cerrada, del pesimismo o del desaliento. El entusiasmo nos hace tener fe en la realidad de otras posibilidades.
El término entusiasmo deriva del vocablo griego enthusiasmos, que significa estar con Dios 'o estar en lo divino'. Cuando estamos vivos espiritualmente y en armonía podemos ver, pensar, sentir y actuar de formas nuevas y creativas frente a una situación de bloqueo.
Por ejemplo, las personas con entusiasmo no ven nunca un problema como un problema, o un obstáculo como un obstáculo. Están por encima del influjo del miedo, la duda o el pesimismo. En vez de esto, piensan en soluciones, tienden puentes y, en vez de luchar contra un obstáculo, simplemente lo resuelven. El entusiasmo es una terapia que franquea la gravedad de la negatividad y cambia el modelo que guía a las personas muy arraigadas a lo mental y parece recluirlas en una perspectiva o actitud determinadas sin importar lo perjudiciales que puedan ser.
Para crear entusiasmo hay que tener fe en la bondad de la vida y en la bondad del yo y de los demás. Hay que creer que no importa lo que ocurra, no importa lo triste o incomprensible que algo pueda parecer, porque detrás de este tupido velo hay una lección que aprender o un beneficio inesperado.
Este entusiasmo nos aporta fuerza y orientación cuando la espiral de nuestros pensamientos escapa a nuestro control o gira incansablemente alrededor de lo mismo. Además, es una buena terapia para un corazón herido cuando emociones como el resentimiento, el orgullo herido y el rechazo consumen nuestra buena voluntad y espontaneidad.
El entusiasmo es un factor tan importante para sentirnos en plenitud que en la India hay una diosa que representa a esta energía creativa, benevolente y capaz de levantarnos el ánimo. Se llama Uma y se la invoca constantemente para gozar de bienestar.