Serenidad

Hazte observador durante breves minutos.

Vigila la mente: Observa los pensamientos, controla su velocidad, sus críticas, su ira, su estrés.

Ralentízalos.

En la media en que te apeas de tu mente y de tu situación, las cosas cobran otra perspectiva y empiezas a sentir sosiego.

Sólo una cosa importa: que nada importa de verdad, excepto mantener la serenidad de la mente y del habla.

Extracto del libro:
LOS 4 MOVIMIENTOS NATURALES
El arte de discernir
Anthony Strano

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