La verdadera libertad

Para entender qué es la libertad, tengo que entender qué es lo que crea el sentimiento de esclavitud. No hay lazos físicos que me aten. Son actitudes, creencias, hábitos y características de la propia personalidad los que me hacen sentir el peso de una situación.

Cuando considero que vine aquí, al plano físico, completamente desnudo, o sea, sin ningún contacto con nadie ni nada, entiendo que las esclavitudes fueron adquiridas. No forman parte de la naturaleza original del ser.

A través del conocimiento de la real naturaleza de las esclavitudes, puedo disminuir su efecto considerablemente. Si le agrego a eso el poder que me da la meditación, ya puedo comenzar a disfrutar de mi libertad verdadera: la espiritual.

Esta reconquista interna se llama autosoberanía. Tengo la libertad de ser lo que siempre quise: pacífico, alegre, suave, amable. Es justamente esta nueva naturaleza que aflora la que gana también los corazones de los otros.

En la libertad del ser desenvuelvo mi individualidad, resaltando ciertas cualidades que le son propias. Con el autorrespeto generado por la soberanía que ejerzo sobre mis tesoros (pensamientos, palabras, acciones, tiempo, energía y riqueza) es fácil formar parte de cualquier grupo de personas, en la familia, en el trabajo.

A causa de la fuerza y de la comprensión que existen en tal estado espiritual, se hace fácil amar primero y siempre a las personas que forman parte mi vida cotidiana.

Extracto del libro:
Ejercicios de paz para enfrentar las crisis
LA PAZ COMIENZA CONTIGO
Ed. Brahma kumaris
Ken O’Donnell

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