Edificar la calma

Edificar la calma en nuestro interior requiere de unos cimientos sólidos porque sabemos que, tarde o temprano, tenemos que afrontar diferentes desafíos que forman parte del juego de la vida.

La clave está en aprender a prepararnos, fortalecernos, asentar las bases necesarias para que dispongamos de estabilidad interior para resistir la tormenta, que no es otra cosa que una parte del viaje y, habitualmente, trae consigo una lección valiosa que hemos de saber leer e interpretar adecuadamente.

Los cimientos del edificio de la calma tienen que ver con nuestra propia identidad: cómo nos vemos a nosotros mismos. Es decir, con qué imagen nos estamos identificando mental y emocionalmente.

Por un lado, está lo que verdaderamente somos, lo que son nuestra naturaleza, nuestras cualidades y valores auténticos. Por otro, una construcción que podríamos denominar el personaje o ego.

El personaje se identifica con diferentes elementos externos que van construyendo una imagen de nosotros mismos: la nacionalidad, el género, el aspecto, la edad, la profesión, el nivel económico y cultural, ... y, también, se identifica y apoya en los resultados externos para sentirse bien consigo mismo. Cuando los resultados son los deseados y consigue lo que quiere, cuando las relaciones responden a sus expectativas, entonces se siente satisfecho.

Todos los hábitos que nos quitan la calma surgen de esta consciencia errónea de uno mismo, son hábitos y actitudes derivados del proceso de identificación con una imagen distorsionada y equivocada de quiénes somos.

La presencia de cualquier indicador negativo en nuestro estado de ánimo: irritación, impaciencia, desagrado, ...; es un claro indicio de que estamos atrapados en la consciencia limitada de nuestro ego personaje; afectados e influenciados por las escenas y las situaciones que nos rodean.

Necesitamos desconectarnos de lo adquirido y circunstancial para empezar a conectar con nuestra auténtica esencia. Hacer una parada reflexiva y dejar que nuestra atención descanse en el presente nos ayudarán a empezar a percibir nuestra verdadera naturaleza interior.

En esos momentos experimentamos una serenidad, que viene de lo profundo del ser, de la consciencia, que se manifiesta cuando estamos libres de la identificación con ningún rol, tarea o situación.

Extracto del libro:
Arquitectura de la calma. 
Una guía práctica para encontrar la serenidad y el equilibrio interior
Ed. Luciérnaga

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