Paz – estado natural del ser

Sería difícil encontrar a alguien que rechazara la oportunidad de vivir en paz y armonía. Las mejoras y cambios que llevo a cabo en mi vida parecen estar motivados solo por una búsqueda de equilibrio y plenitud. Me ocupo de obtener posesiones, de establecer relaciones y de desarrollar actividades profesionales y sociales, pero en el fondo de todo, lo que de verdad quiero es mi porción de derecho a la paz y a la felicidad. Incluso el comportamiento más extraño y condenable puede tener su raíz en esa búsqueda.

Muchos de mis actos, tanto los buenos como los malos, ocultan la necesidad imperiosa de “paz mental”.

Cuando algo me incomoda, la reacción inmediata es llevar a cabo los ajustes necesarios para acercarme a un estado de calma. La vida sigue, marcada por situaciones a veces demasiado duras y otras excesivamente amenas. Lo curioso es que las tensiones internas aparecen tan sólo porque una parte de mí quiere paz y otra no me permite obtenerla.

En lugar de desarrollar esa tendencia innata o atracción hacia mi estado interno natural, parece que agoto mis provisiones de paz y poder combatiendo. No tengo confianza para apoyarme en recursos internos, así que acabo buscando apoyos externos, los cuales, inevitablemente, roban cualquier paz o estabilidad que pudiera haber con anterioridad.

Existe un potencial para el bien en nuestro interior que debe descubrirse y salir fuera.

Extracto del libro:
Un viaje por la conciencia humana
LA ÚLTIMA FRONTERA
Ken O’Donnell

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