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Los 7 mitos del... Verdadero amor
Un viaje desde la mente hasta el corazón del alma

Mike George

Editorial KIER 
ISBN: 978-950-17-0398-6
N. págs. 271
Formato: 227 x 160 mm

Desvelando el misterio del amor... 
Millones de personas se obsesionan con él. Miles murieron por él. Todos lo buscamos. Pocos lo hallarán. Y muchos menos lo vivirán. Se trata del AMOR. 
Parece que con frecuencia nos obsesionamos y estamos un poco confundidos con el amor. Si bien muchos de nosotros pensamos que lo conocernos muy bien, a menudo nos resulta difícil ser amorosos de un modo incondicional. Entonces, ¿qué es el amor... realmente? ¿Debemos aprenderlo o simplemente aparecerá? ¿Podemos tener la expectativa de ser amados o es apenas la fortuna de unos pocos predestinados? ¿Debemos sentir amor todo el tiempo o solo en ocasiones, ante algún estímulo especial?

 

El símbolo universal del amor es el corazón. Cuando conocemos el corazón, conocemos el amor. Los términos alma, espíritu, corazón y yo son casi sinónimos, todos hacen referencia a nuestro auténtico yo espiritual, que es consciente y perceptivo. El corazón no es algo separado del yo que dice: "Yo soy". Sin embargo, este nivel de atención enfocada sobre uno mismo no es algo que se aprenda. Más menudo, estamos atentos a nuestro cuerpo o atentos a la presencia de algunas emociones estresantes o atentos a lo que está ocurriendo en el mundo "allá fuera". Lee lo que sigue y ve si te "suena" cierto a la luz de tu propia experiencia e "insperiencia".

Una visión de dos corazones

Cada uno de nosotros tiene dos corazones. Se los suele confundir. El primer corazón es el que está en tu cuerpo. Es la bomba más poderosa del mundo, diseñada para funcionar veinticuatro horas al día los siete días de la semana y movilizar enormes cantidades de sangre oxigenada a través de los sistemas físicos de tu cuerpo. Normalmente funciona a un ritmo de sesenta a noventa latidos por minuto, pero, si empiezas a crear pensamientos temerosos en tu mente, aumentará hasta unos ciento veinte latidos por minuto. Lo cual nos lleva a tu otro corazón, al corazón de ti, que... ¡eres tú!

El segundo corazón es el de tu conciencia. Enteramente no físico y, por lo tanto, inmaterial. Es tu corazón espiritual, al que suele denominarse alma o yo auténtico. No es algo separado de ti, no es otro órgano de tu cuerpo, es (eres) la energía animada de tu cuerpo. Es (eres) invisible al ojo físico; es (eres) el espacio interior de la conciencia, donde simplemente eres... tu yo.

Todos tenemos (somos) un buen corazón, porque la naturaleza original de todo corazón, de todo ser humano, es la bondad. Esta bondad nunca puede perderse, sólo ocultarse (reprimirse) de la conciencia. Igual que el corazón físico, si tu corazón espiritual —que eres tú— está contaminado por cualquier cosa tóxica, como algunas de las creencias o mitos acerca del amor que hemos explorado anteriormente, o por recuerdos de dolor, o por los hábitos del miedo o del enojo, esta "contaminación" de la atmósfera de tu conciencia opacará esa bondad original y afectará de un modo adverso el bienestar de tu ser.